Una vibrante, armónica nostalgia resplandeció bajo las alas destellantes de aquellas fulminadoras mariposas, que adornaban el vestido de Blake Lively. La actriz que se encuentra bajo el impertinente encantamiento de un chiflado estilismo, debido al tour de prensa, a la que esta sometida, con su más reciente film literario titulado ‘It Ends with Us’.

Lively rindió homenaje a un ícono, al envolverse en una bailarín resplandor primaveral al portar una enigmática, frágil pieza histórica, que uso la princesa del Pop, Britney Spears, en el año 2002, en la pasarela de Versace otoño-invierno 2003.

«Es el vestido real de Britney». «Debería estar en el Smithsonian o en el Met. Pero lo invito yo. ¡Me siento muy afortunada!».

Tal préstamo es enigmático. El vestido salió de su capullo, para agarrar vuelo de una manera magnífica. La pieza archivo que consistía en nude one – shoulder dress con un recorte asimétrico en el busto, adornado con cuentas multicolores bordadas a mano. Lively nos arremete su influencia estilista, al adquirir prendas de cualquier época y diseñador, asegurando desempolvarlos y cuidarlos con una táctica rigurosidad. «Britney, todos los millennials tenemos una historia de un momento o de años en los que nos hiciste querer brillar e inspirar, con fuerza, alegría y un trabajo inmenso», añadió en su Instagram, al expresar su determinado cariño a Spears. «Gracias por tu ejemplo y por tu contribución a que las mujeres cuenten sus historias».

Este dulce momento, abrasa las especulaciones respecto a quién interpretará a Britney Spears en su controvertida biopic. Suponemos que Blake Lively, ha asegurado un puesto en el explosivo casting u obtuvo un pase directo a interpretar a la cantante.

Versace Fall 2002