La generación Z ha arrasado el resolutivo podium que exalta la vigorosa pasión, que se demuestra en los Juegos Olímpicos de París. Es inimaginable que Arisa Trew, con tan solo 14 años de edad, ganará la medalla de oro, en la final de skateboarding femenino. Su triunfo, la ha posicionado en la historia moderna, como la medallista más joven en conseguir una victoria definitiva, en está edición veraniega.
Sorprendentemente, la valerosa adolescencia ha tenido una participación significativa en los juegos. Compiten ferozmente entre sí, mostrando que la edad, no es ningún impedimento para lucir un amor fraternal al deporte. En esta edición, Zheng Haohao de 11 años, ha debutado en las pruebas y logrando arrasar en su patineta rosa.
Hasta ahora, Arisa Trew es la atleta australiana más pequeña en recibir honores olímpicos. Su historia retoma arriesgadas e intrépidas determinaciones. Fue la primer mujer en hacer truco un lanzamiento 900 (este consta de dos rotaciones y media en el aire). En 2023, logra conseguir un salto 720, a los trece años. Se adjudicó el título con una puntuación de 93.18, obtenida en su tercera carrera, que la llevó del tercer lugar a ser premiada.
El skateboarding es una estupenda oportunidad de permitir a más jovenes, amantes de hobbies urbanos, brillar en la arena profesional; permitiendo un mayor reforzamiento de sus actitudes y habilidades. Pese a los escándalos que han debilitado la impecabilidad parisina, este deporte significa que cualquier edad es bienvenida a demostrar un fervor, en el que la generación Z, se sentirá muy identificado. Un riesgo jovial muy triunfante de admirar.
Un David parrandero derrotando a un Goliat de concreto.
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