¿Qué tipo de conjuro vaquero unió la musicalidad del pop en una reflexiva serenidad vocal? Sin duda alguna, una de las más ansiadas e inusuales colaboraciones en la música, es decir, la fusión rítmica de Lady Gaga y Bruno Mars, han proporcionado un dueto titulado: “Die With a Smile”. Este estreno hizo volar la cabeza de muchos fanáticos.

La aparición visual del cortometraje tiene una connotación y guiños de una grabación de televisión al estilo de los cincuentas o meramente, una relajada alternativa digna de los ‘7os. La balada es conmovedora y dulce, al implementar ambas imponentes voces, guitarras suavemente rasgadas, jugando un sutil amorío.

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La inspiración televisa inclinada a una estética proveniente de Nashville, expone una compartida imagen estética que se arropa en los conjuntos celestes y camisas rojas. Lady Gaga usó un vestido azul con corte en A, y por debajo portó una blusa pussy bow con un extravagante moño y medias rojizas. Su prominente apilado cabello es una llamativa connotación a Dolly Parton, entretanto su maquillaje fue elevadamente decolorado. El apuesto Bruno Mars, lució un sombrero de ranchero blanco, mientras tocaba una hermosa guitarra eléctrica vintage.

Ambos sintonizan con un público imaginario, entre luces y la naturalidad de sus expresiones, integrando una perfecta armonía, que solo ellos pueden captar. La canción es una reflexión sobre las limitaciones que tenemos y enfrentamos con la mortalidad que padecemos. Tener en claro con quién nos gustaría pasar, si el futuro decide exterminarnos. El ponderado video finaliza con la pareja dentro de un resplandeciente corazón animado.

Die with a Smile, es la clase de meditación filarmónica, que necesitamos para respirar y una serotonina lírica, que arrebatará el pesimismo que cargamos en nuestro día a día.