Nuestra favorita vaquera del oeste neoyorkino, Bella Hadid, ha remarcado una vez más su amor por el viejo oeste.
La modelo que se encontraba de salida para arribar a una cena familiar en el club privado Zero Bond, a lado de su galán, Adan Banuelos, estaban preparados meticulosamente para el salvaje rodeo que se les avecinaba. Estos caballitos lucian adorables y encantadores. Asimismo, Bella revivió una tendencia de los 2000s, al incorporar en su brava e indomable apariencia, un bronceado redefinido corset café.
Su look es brutalmente femenino con la rejuvenecida silueta escultural que emana una versatilidad y ligereza a una pieza histórica. Ha encontrado un balance entre su fascinación por la estética cowgirl, al incluir una falda midi de mezclilla con bolsillos traseros de cuero, que combinaban con la pieza clave de su look. Sin ser tan ostentosa, logra emparejar una polvorienta rudeza con unas botas vaqueras de plataforma, provenientes de Christian Dior.
Tal actitud Western, la convierte en diamante codiciado entre los forasteros que intentan encontrar tesoros en el desierto. Su brillo irradia en su joyería, al portar brazaletes de plata con piedras de color turquesa, una simple gargantilla negra y una bolsa de hombro desgastada.
En definitiva, Bella Hadid ha modernizado su imagen vaquera y embellecido el uso del corset, en algo rutinariamente fresco y lindo de acarrear en la montadura de tu corcel.
@juniormeowz HER SMILE #bellahadid
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