Con este frío que va y viene, nos hostigamos con la idea de arroparnos con prendas ligeramente frondosas. Recordemos que nuestro yo debe tener aptitud, carisma y optimismo ante cualquier situación. Un jersey eleva tu outfit de invierno, aunque siendo chavas que adoramos el riesgo, nos podemos divertir con lo básico y convertirlo en una llamativa prenda que aturda a la imaginación.
Lo que nuestros queridos maestros del diseño proponen para la ocasión, es corregir el modo de tradicional de ponernos y andar con un jersey. No necesariamente se tiene que usar el agujero más grande por encima. Se dieron cuenta que no estábamos aprovechando un lado más ingenioso y versátil. Asimismo, notamos que dentro de las opciones más rescatables, la mayoría omite su uso tradicional. Se busca provocar y diferenciarse del resto con una chiflada locura muy eficaz. Tal fenómeno es cómico y agudo.
Moschino adapta su sencilla ligereza al sujetar uno encima del otro, creando un ilusión twin-set o simplemente, un chal muy jovial para la vida señorial. Proenza Schouler convierte su refinada atemporalidad, en una bufanda con matices villanescas que remarcan un lado imponente y sensual.
Nuevas formas de agregarlo a tus looks, se retuercen hacia un lado decorativo y apostando por locura abstracta. Dries Van Noten juega en liberarnos de la habitual sobriedad de la estación con policromáticos bloques de color, que resalten volatiles modos, para que fluya una suave comodidad y una persuasiva holgura. El manipulable volumen crea esa sensación de alivio, y bien, realza un dramatismo para la ocasión, tal como lo hizo Stella McCartney al hilar uno con grosor y decorado a un sumamente templado.
Todo el tiempo hablamos de cambiar el mood de fin de año, he aquí una razón para hacerlo. Máxima potencia polar.
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