En estas últimas semanas, hemos notado una insistencia por parte de los diseñadores, por enfocar nuestros miradas hacia valorar la vida rutinaria que tenemos. Dirigiendo y construyendo perspectivas que combinan lo más ordinario con lo más fantasioso. No quiere decir que olvidemos las crisis financieras y políticas que estamos padeciendo, sino responder a las necesidades surgidas por aquellas crisis. ¿Qué realmente se requiere para estos tiempos, aparte de una distracción inmediata ofrecida por las redes sociales? ¿Acaso quieren que nos alejemos de lo que nos hace menos humanos?

Si quizás, no es la mejor época, pero las propuestas dadas, nos encaminan a disfrutar prendas innovadoras, adecuadas, cómodas y que al usarlas, otorgan una inocente belleza a un mundo gris. Nos recuerdan que las imperfecciones son oportunidades y desafiar  las normas sociales establecidas. Solo observemos como Daniel RoseBerry le otorga poder a la silueta femenina con suits hechos a la medida o como Gabriela Hearst nos invita a fantasear con sus abrigos avant – garde en el universo de Leonora Carrigton.

Nada puede detener la imaginación humana. 

Reimaginada piel

El resurgimiento y dominio de voluminosos abrigos en tonos y formas que se adaptan a las modernas necesidades y protegiéndonos de las friolentas estaciones.

Poder godinez

No es esa sosa y aburrida vibe que piensas, es un redefinido – minimalista ascenso de la vida corporativa que nos invade en la vida adulta. Claro, al usar un traje, eleva nuestro potencial y confianza ante las adversidades profesionales.

Desnudez sin barreras 

A pesar de que muchas se sienten inseguras o no están tan dispuestas a cambios radicales , esta temporada se caracteriza por una versatilidad y refinación de las transparencias y encaje.

A la altura de las jirafas

Extravagantes y óptimos turtlenecks, nos cubrirán de los peligros exteriores y otorgarán una eficaz vista hacia los límites.

Telas que envuelven el alma

Luce como algo difícil de adaptarse, pero con un toque de quiet luxury, enalteciendo una silueta relajada, pero una sofisticación arriesgada y poco común.