Probablemente, Emily aprendió la erótica sutileza de portar ropa, sin verte tan disfrazada, imitando la refinada imagen de Sylvie. El estreno de la temporada 4 de Emily in Paris, ya casi se avecina y en Los Ángeles, anticipamos la inminente premiere. Entre los actores invitados a posar en un imperturbable, sosegado atardecer, Philippine Leroy-Beaulieu demostró la energía lúcida que arropa las transparencias, al sucumbirse en el protagonismo anaranjado de una sensual puesta de sol y oscuridad total.
La firme traslúcida impecabilidad, cediendo una ventilación tan sexy con aquella optimista personalidad de la actriz, crea la perfecta aura que encaja con la claridad material del vestido. Ajustada de la cintura con un latigante cinturón, y una insólita visibilidad por debajo de una tonalidad café, enteramente hecha del material utilizado para fabricar carnales medias. Tal ajustada provocación, enfatiza con la deliberada elegancia creada por Anthony Vaccarello en su colección autumn/winter 2024, protagonizando un controversial paraíso desnudista.
Está escandalizada independencia corporal, provee franqueza a la silueta femenina y es un mensaje. El persistente glamour, tan chic como pervertido, impone las expectativas que invaden la mente de las girlies, respecto a lo que deben usar, en ciertas etapas de sus vidas. Madurar en el tiempo, no significa ocultar y temer ante las críticas sobre exponer la belleza estética de tu cuerpo. El aprendizaje es invaluable, cuando respetamos la serena determinación de usar lo que nos plazca. Una autovaloración implica lanzar y enfrentar tus inseguridades. Ser alguien mayor es fenomenalmente magnífico y estas mujeres lucen fabulosas, eternamente.
Philippine Leroy-Beaulieu, es madre.
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