Dentro de las tendencias que buscan un lugar en nuestro clóset, la lencería parece integrarse a nuestros outfits de invierno; no por debajo, sino, por afuera, alejada de la usual intimidad. Saint Laurent, fue quien provocó un frenesí sobre adaptar el encaje y las transparencias a un nivel atrevido, retador y sofisticado.
Lo sé, es incongruente andar arropadas con materiales vaporosos y frágiles, que no nos protejan apropiadamente de las bajas temperaturas, sin embargo, esta reinvención, trata de incitar un lado más interesante y sexy. Se puede generar elegancia y misterio, al apostar y jugar con los inestables códigos invernales: desde combinar un bra de satín con un abrigo peludo o ponerle encima, un blazer, o inclinarte a lucir un vestido de crépe de seda o elástico, generas una cierta sobriedad instigadora y misteriosa.
La clave es usar layering y unir texturas. Nina Ricci nos da un ejemplo de combinar un buen par de medias floreadas, un body traslúcido con un estampado arácnido y una falda arrugada de rayas, produciendo una encarnación perfecta de esta tendencia. Gucci sigue ese mismo patrón, solo que la diversión cambia con incluir un par de botas y modificando el largo y grosor de las prendas, adaptándose a una cálida, rigurosidad valerosa. Obvio, no la tapes por completo, mantenla revelada.
Brrr. La lencería ha dado un giro sumamente intrépido en nuestro día a día. Ya no se trata de mantenerla como un accesorio oculto en las sombras, se esta convirtiendo en una opción impredecible, básica y capaz de definir el invierno con una libertadora firmeza y voluntad.
What do you think?
Show comments / Leave a comment