La transparencia ha sido un código fundamental en Saint Laurent, que ha ido extendiendo y reinterpretado por Anthony Vaccarello. Siendo la nostalgia el tema du jour entre los creativos, el diseñador quiso imponer un tema radical, que comúnmente lo observamos, pero es arriesgado e intimidante en plena era contemporánea. La banalidad que puede representar la desnudez, implica intensificar aquellos clichés y convertirlos en el centro de atención. No representan una vulgaridad las prendas, sino una interesante perspectiva que nos obliga a repensar si somos tan confidentes, como solemos expresar.

¿Cómo podríamos usar tales looks en una sociedad que demanda prendas realistas? – obviamente, es difícil que la mayoría no se atrevarían a exponerse, pero de eso se trata la moda ¿no? Vaccarello se encuentra en un momento de madurez y experimentación. En una apacible paleta de colores desérticos y en una memorable extravagancia minimalista con aquellas sheer pussy bow blouses, pencil skirts y crumpled shealth dresses – sujetados a unos delgados cinturones cafés. 

Una silueta masculina ha coexististe en la maison y sigue escabulléndose con unos puros tailoring blazers con exagerados hombros e interactuando con mayor rigurosidad, en aquellos estériles Le Smonking con una double-breasted jacket. Los abrigos avant – garde de fur, – no era real fur, eran de plumas Marabou; tan ligeros como la seda y quizás, son más un accesorio que una pieza de vestir – un verdadero ingenio de los ateliers YSL.

Un trabajo que demuestra una lucha entre la provocación y la sensibilidad – te envuelve en un sensual lujo. Es una variación uniforme que exalta una fragilidad, por qué realmente son delicadas ante el ojo humano. Te da una sensación de vulnerabilidad y brevedad o efímero uso (delicadeza que es muy seductora, pero con precios estrafalarios y únicos). Las modelos portaron unos magníficos turbantes, mismos que provienen de la colección «ballet ruses» del año 1977 y combinados con una rechoncha metálica joyería y patent leather sling – back pumps.

La colección es un ejemplo de tensión creativa que nos lleva a un puro desnudismo, que será asombroso e interesante por observar en el mercado. Digamos que Anthony Vaccarello vive en una realidad abstracta. Esa visión que nada parece importarle, le esta brindando un éxito comercial, gracias a  la confidencia insertada, sutilmente. Una abalanza hacia la liberación y bravura femenina – tal como lo hizo su antecesor, el inigualable Yves Saint Laurent, décadas atrás.

Resto de los looks: