No cualquiera puede alardear que uno de los cantantes más enigmáticos y divinos del Pop – Harry Styles – invirtiera en tu compañía y declararse fan de tus creaciones al primer visage. No cualquiera puede vanagloriarse al ser coronado como el vencedor final del premio LVMH 2022 y recibir un gigantesco apoyo económico a su favor. No cualquiera puede fanfarronear un éxito apaciblemente constante y ser galardonado con el laurel ‘Reina Isabel II’ de diseño. No cualquiera puede ser británicamente nostálgico como Steven Stokey-Daley, al introducirse en el universo femenino en su primera confidente e iluminada colección tan espiritualmente londinense.
Pese a la evidente crisis de identidad que sufre Gran Bretaña, la resiliencia de Daley es admirable. Siendo apenas un graduado de la Universidad de Westminster, el romántico torbellino que incursionó en su obra a través del reciclaje de difuntos materiales y telas en refinadas prendas clásicas marítimas y aristocráticas, al darles un atractivo toque queer. Su laboriosa y refrescante visión, es ocurrentemente andrógina, al otorgarles una adorable sensibilidad a su relajada masculinidad compartida en aquellos abrigos y double-breasted trench coats, alineados a camisas de tuxedo con uno que otro estampado floral abstracto, en bermudas y faldas midi con animosas cuencas pixeladas.
Este estricto tailoring diluido en ilustraciones y estampados llamativos de abuelita, son inspiraciones que encantaron la vida del pintor Gluck, quien ocultaba su verdadera identidad al presentarse como un hombre y enalteciendo el trabajo de la florista de la alta sociedad, Constance Spry. Históricamente, Daley no trató de usar tales conceptos de manera realista. Es una idea fluida y contemporánea que burla hermosamente la uniformidad colegial con una sastrería artesanal vaporosa. Daley usa su contexto cultural del vestir en algo usable y tercamente femenino, adaptando vestimentas de todas las edades como aquellos suéteres de lana con ornamentos tejidos que demuestran la vida camporial y urbana.
Teniendo un favoritismo social y predilecto entre las celebridades, es un privilegio que no cualquier diseñador joven tendría. Esa lindura práctica y muy adorablemente madura, asegura un financiamiento prolongado. En Stokey, el humor prevalece y rescata a los afectados de la tragedia. Es un samaritano digno de aturdirse – sabe escuchar pacientemente a todos.
Evidentemente, Harry Styles supo que invertir monetariamente en Daley, le ratificaría un brillo permanente.
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