Últimamente, mi obsesión por la película ‘Marie Antoinette’ de Sofia Coppola, me ha asegurado una pasión reiterativa por la estética rococó y la arquitectura barroca. Creo que el siglo XVII, fue una de las épocas con una mayor hermosura, tan linda, sosegada como provocativa. La carnal inocencia que retumbaba en los palacios y en la coqueta aristocracia, es tan fascinante de retratarla. Obviamente, tanta belleza irreal, tiene un lado lóbrego.

Creado por AJ
Tanta delicadeza perfumada, ocultaba la suciedad reinante de aquellos tiempos. La necesidad de disminuir los malos olores y la falta de higiene, procreo métodos que refinaran la asquerosidad. El abanico, usado para ahuyentar el mal olor, tenía una fusión más volátil y sexual, de lo que esperabas. La desaparición de regidas costumbres, ha convertido a muchos elementos culturales, en adornos de la vida cotidiana. Restrictivos claros tonos frambuesa y pistacho, ventilaban los espacios y dictaban mensajes ocultos, que la juventud puede utilizar. Este lenguaje secreto, induce a bochornosas situaciones o desarrollar pasiones.

Cortesía
Entre girlies, necesitamos códigos. Imagina tener una discusión mediante el uso de abanicos (introvertidos, esto es bueno para ustedes). Estas bellezas durmientes son origen español. Fenella, escribió un idioma silencioso y hasta después, el fabricante de abanicos parisino Duvelleroy, tradujo su obra al ingles y distribuyo la información. Estas instrucciones, hasta la fecha, siguen circulando.
Es tiempo de aprender y conseguir placeres más sutiles de experimentar.
Aquí tienes el completo instructivo. Compartelo con tus besties y revisen su efectividad próxima.
“Bésame” Sostén el mango del abanico en los labios
“Te amo” – Pasa el abanico por la mejilla
“Amo a otra” – Gira el abanico en la mano derecha
“Eres cruel”- Abre y cierra el abanico
“Sí” – Apoya el abanico en la mejilla derecha
“Has ganado mi amor” – Sostén el abanico cerrado contra el corazón
“No traiciones nuestro secreto” – Cubre la oreja izquierda con el abanico abierto
“Ven a hablar conmigo” – Lleva el abanico en la mano izquierda
“Quiero hablar contigo” – Toca la punta del abanico con el dedo
“Sígueme” – Lleva el abanico en la mano derecha frente a la cara
“Nos están observando” – Gira el abanico en la mano izquierda
“Estoy casado” – Abanica lentamente
“Estoy comprometido” – Abanica rápidamente
“Lo siento” – Pasa el abanico por el ojo
“Has cambiado” – Pasalo por la frente
“Te odio” – Pasa el abanico por la mano
“¿Me amas?” Presentalo de forma cerrada
“No” Apoya el abanico en la mejilla izquierda
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