Nuestra amix de la vida Bella Hadid, sabe cómo romperla ante la necedad e incertidumbre. El Festival de Cannes 2025 ha iniciado y ella se ha autoproclamado la reina indiscutible de apertura y una indomable girlie al desafiar el nefasto dress code que han impuesto.

En la Croisette, decidió ponerse un afilado y punzante vestido negro cruzado de Saint Laurent, que incendio la red carpet. Con una sensual abertura de cadera y laterales al descubierto, Hadid se atrevió a ignorar la regla de no usar “prendas con desnudez explícita” que era opacada por sus sandalias llenas de incrustaciones de diamantes, sus enormes pendientes de esmeralda de 118, 68 quilates y un anillo en forma de corazón de 12,15 quilates de Chopard. 

Tal lujuriosa sencillez combinada con su nueva melena rubia miel, nos dejó atónitos por aquel glamour prohibitivo. Misma legendaria espectacularidad es cine.