Sorry Beyonce, pero la mítica e icónica presentación de Lady Gaga en Coachella ha superado nuestras expectativas. Por casi dos horas, sirvió un legendario espectáculo en el desierto. 

“Mayhem In The Desert” le valió como el lugar perfecto para que su metamorfosis pop floreciera con una enloquecida coreografía que nos dio looks dignos de recordar, mismos que irradiaban su memorable estilo bizarro.

Con un extenso repertorio, fue un gratificante y cautivador reflejo de su arduo trabajo y esfuerzo. Regresando a su orígenes con su palpitante y desquiciado glam, nuestro corazón little monster no resistió la oscura teatralidad visionaria, misma que es un prodigio referencial.

Era inevitable no gritar cada vez que se entonaban los himnos de las girlies. Y ahora, es momento de redescubrir su descomunal obra brutalista. 

Su espectacularidad arrancó con “Bloody Mary”.

Ataviada con un descomunal vestido confeccionado por Seth Pratt, nos llevo a un escenario cubierto de arena y esqueletos, mismos que nos hacen recordar los últimos explosivos segundos de “Bad Romance”. 

Al ritmo de “Perfect Celebrity” lleva consigo un flamante y etéreo vestido blanco con corsé maquilado por Dilara Findikoglu. Pero el momento que tarareaba “Disease”, una “yo” de su pasado cubierta en un traje rojo de encaje, luchaba contra ella. Tal fantasma de los VMA’ s era posible una alusión infernal a la colección ‘Joan’ de Alexander McQueen. 

La ornamentación se tornaba más elaborada y severa. Con “Paparazzi” reverencio su video musical de 2009 con una armadura hecha por Manuel Albarrán, imitando aquella de paralítica ricachona de Thierry Mugler. Y en el momento que decidió liberarse de su incapacidad, recreo el turbulento final moment de “Scanners”, otra colección del gran y único Lee.      

Shockeados por su explosividad demoníaca y mordaz, “Poker Face” centelleaba al elogiar el set de ajedrez que el británico creó en 2005 y revivido por Gaga. 

Para culminar su show, optó por lo radicalmente latinoamericano. Tal vez alguien de su team, vio la profana y burlesca entrada de Laura Bozzo a su programa en una camilla y decidió que era buena idea honrarla. Interconectadas por la farándula, el vestir debe ser intenso y apasionado como su bodice sangriento con alas de plumas de Matières Fécales.

Joder, esto si es arte!