Es imposible que no se pueda hacer mención del conflicto legal que atraviesa Blake Lively, cada vez que decide manifestarse en una red carpet. El estreno de su film ‘Another Simple Favor’, es el pretexto para lucirse y apaciguar la sombra del escándalo. 

Al paso de tumultuosos meses, la actriz poco a poco ha ido restableciendo aquel fashion glam que fue desvanecido, indefinidamente. Siendo nombrada como una de las 100 personas más influyentes de 2025, según la revista Time, era absurdo que prefiriera reprimirse en el sótano, es su momento de pavonearse y brillar. El method dressing es la herramienta indicada para tal vacilante ascenso. 

En Nueva York, acompañada por sus besties y su querido confidente, Ryan Reynolds, se envolvió con lúcida creación de Tamara Ralph — un corset sostenido con tirantes entrecruzados que moldeaban un falda drapeada de cintura baja alrededor de su silueta. 

Rindiendo homenaje a su personaje, Emily, le dio ese toque dramático con sus centelleantes brazaletes de flores rosa platinado y aretes de color turquesa. 

Odiala o ámala, pero su resurrección es incesante.