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Chanel Fall 2025 Couture: Los fantasmas se apoderan de la Rue Cambón

junio 25, 20245 min read

30 años después, Virginie Viard abandona el timón de Chanel. La directora creativa conmociono a la industria, con tal inesperado desembarco. Expreso una simple belleza francesa que se ha convertido en uno de los símbolos del guardarropa contemporaneo, por 5 años. Una rica colaboración que incremento la vitalidad de apreciar un street style primoroso. Sus ideales, noblemente, aclamaban una chic y deportiva simplicidad en colecciones que podrían tener un línea repetitiva y chocante, que enfurecía a cientos por tales confusas ideas, pero ella comprendía que el legado de la casa, debía continuar.

Se solía juguetear y destrozar en bufonas propuestas que ridiculizan la imagen de Chanel , y en ocasiones, ese caos era atractivo de observar. El pasado era un artefacto que aludía Viard, al satisfacer el deseo de las nuevas generaciones por llevar prendas retro. En esta ocasión, el equipo creativo de la maison, se encargo de producir una ilusión terrenal, no una fantasía; a pesar de exhibirla en los corredores del Palais Garnier. Es un poco injusto, que Virginie no pudiera dar «su broche de oro» tras bambalinas, pero es artificioso mostrar el inmenso poder de la doble C, en un apreciado monumento nacional. El mensaje era claro: «no necesitamos su dirección ni guía, hemos madurado y somos capaces de recuperar el brillo que ha sido arrebato» – y verdaderamente, han olvidado a Virginie.

Simpleza, espontaneidad, funcionalidad – valores plasmados en una musicalidad dramática. Es pertinente que la inspiración sea la imperturbable conexión entre el arte y la cultura, ocasionando el surgimiento de piezas como aquella barredera capa negra con un cuello de volantes, persuadía matices del siglo XIX. Me daba la ilusión que una forajidas abarrotarían el lugar, con sus oscuras intenciones con aquel negro taffeta.

Se contuvieron a permanecer clásicos, con seguir incluyendo y rediseñando el tweed – que tenía un aspecto a una arena revuelta de diversos colores minerales, aunque la decoración de las prendas fue algo desastrosa con aquellas piedras que estaban por encima. Lo que salvo a los primeros conjuntos fueron las joyas insertadas en los patrones y los rimbombantes moños moiré. La sección de noche, fue más linda y experimental, con el uso del lacquered jersey, en diversas faldas con una sobriedad algo romántica con las plumas y  muy 80s con las siluetas.

El vestido final fue el resurgimiento de una novia idéntica a la princesa de Wales, Lady Di. Un hermoso vestido con esponjados hombros y un bodice lleno de camelias – finalizaba la mística teatralidad, que lucía bastante anticuada, pero trataba de no serlo. Es lamentable, la pérdida del talento femenino, en una industria que esta prefiriendo la mano creativa de hombres blancos, que posiblemente adulen y embellezcan la feminidad, pero no comprenden al 100%, las necesidades y deseos de la mujer moderna.  Nuevas posibilidades se avecinan en una pronta desconocida era. Tantos cambios, abruman el estomago ansioso de devorar color y excesos.

Chanel necesita reaccionar, ya. Su reinado a hizo usurpado por mentes sobresalientes que disponen mayor seguridad y esplendor a un casi muerto paraíso, que urgentemente exige el retorno de sus verdaderos gobernantes. Es un juego de tronos tan excitante como tedioso de aniquilar.

Resto de los looks: 

Fashion Show Video: 

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