Una red de sardinas incómodas y agitadas por un notorio retraso que impacientaba a todos los asistentes reunidos en el Museo Solomon R. Guggenheim, atestiguo la triunfal llegada de una casa francesa de modas en suelo norteamericano. Habían pasado más de 30 minutos, algunos se encontraban molestos y nerviosos porque el show no iniciaba. De