Lo sé, es inevitable señalar cualquier verde slime o un parecido como Brat y nombrarlo lo más cool del post-verano. Lo que sí es asertivo, es que al impregnarse, suelen ser en looks muy fantásticamente rebeldes. Esa mucosidad tan pegajosa, la puedo relacionar directamente a las potaxies (temas que un jovencito tiktoker entendería y aguacate). El mero título, me hizo recordar aquellos videos que anuncian el nombramiento de personas como diosas, que alaban por sus proezas con un fondo musical cómico y quizás, es adecuado hablar de la madre, Emily Ratajkowski.  

Siendo una honorable invitada a la premiere del sangriento y violento film de Gianni Amelio, Battleground, en el legendario Festival de Cine de Venecia, definió su postura veraniega, sin opacar la herbazal militarización que provee la trama cinematográfica. Se atrevió eróticamente a demostrar su lado más brat, al lucir un enigmático vestido Gucci de la última colección de Tom Ford, para la casa italiana en 2005.   

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Esta fenomenal pieza vintage, fue inspirada y glorificada en una lluvia de fragantes pétalos, que despide una histórica era. Con un escote pronunciado, el vestido recae en su frondosas y texturizadas capas, que daban la ilusión de ser flecos de brócoli o tridimensional bambú.     

Ese diabólico tornado verde, fue una hazaña de presentarlo, nuevamente en una intemperie llena de glamour y desenfreno. Emily Ratajkowski, resucitó una confecciona ilusión disco, que abraza una pulida confidencia sexual. 

Gucci Fall / Winter 2005

Pese a que, la creadora universal del Brat, Charlie XCX, decidió finalizar la era, la modelo y actriz, dio un acreedor broche de oro a una temporada que extrañaremos, literalmente.