Loading
svg
Open

Emily en París: ¿Podría una Influencer Desatar el Caos Político en Europa?

octubre 11, 20244 min read

Dentro de las crisis financieras, sociales y culturales, los dirigentes supuestamente ‘preocupados’ por el bienestar del pueblo, también luchan por mantenerse relevantes ante una ciudadania con ideas bastante fanfarronas, con el objetivo de ganar una humilde y sincera popularidad. Bueno, eso tratan de demostrar al querer encajar con la jovialidad tan despistadamente alerta. Quienes vieron, la cuarta temporada de Emily in Paris, averiguamos que la chica que todavía no ha aprendido francés en su estadía por la capital francesa, se mudo a Roma; causando un paranoico revuelo en Gabriel y avivando su cariño al gelato.

Giulia Parmigiani / Netflix

Tal drama, interpuso considerar una boba y fría lucha política entre Francia e Italia. Recientemente, el presidente Emmanuel Macron, concedió una entrevista a Variety, respecto al auge cultural y turístico que ha tenido Francia y la aparatosa involucración de tanto él como su esposa, Brigitte en diversos proyectos artísticos y cinematográficos, entre los que destacan, el sorpresivo cameo de la primera dama en un súbito instante en la serie.  Conforme a lo estipulado, se trata de proporcionar una imagen positiva al país, al ser partícipes directos de una iniciativa que los ponga en un margen ‘sumiso y dócil’ ante la sociedad. No lucir prepotentes ni autoritarios, solamente, demostrar su humorística modestia tan innata. 

Macron dijo que “luchará duro” para mantener a la influencer en la ciudad del amor. «Emily in Paris in Roma no tiene sentido». Ante estos chillidos presidenciales, Roberto Gualtieri, alcalde de Roma, publicó en X una respuesta bastante sarcástica: “Querido Emmanuel Macron, no te preocupes: Emily está muy bien en Roma. Y no se puede controlar el corazón: dejémosla elegir”. 

Giulia Parmigiani / Netflix

Abruptamente, The Hollywood Reporter Roma, contactó a las oficinas gubernamentales italianas, cuestionando sus declaraciones y obteniendo una respuesta evidentemente colateral. “¿No tiene el presidente Macron asuntos más urgentes de los que preocuparse?”, se pregunta Gualtieri. “Me gustaría creer, al menos me gustaría tener la esperanza, de que Macron estaba bromeando, porque debería saber que una productora como Netflix no recibe órdenes de jefes de Estado ni toma decisiones basadas en presiones políticas”. 

Bien parece que las mofas no resultaron tan chistosas y ocurrentes, aunque relajarnos y divertirnos con las ingeniosidades pop, tranquiliza y evidencia, que la burocracia, está atenta a encontrar inusuales huecos que otorguen beneficios económicos y exclusividad. Una avaricia disfrazada en un marketing ligeramente burdo y fácil de hacer. En una constante búsqueda por encontrar algo que suavice el hedor de la realidad, se fomenta un ilusivo romanticismo a la era digital que añora vivir felizmente a lado del Sena o el Tíber y altamente pendientes si Emily no arruina su presente ya meramente aplacado, por el tiramisú. 

¿Andiamo o allez?  ¿Vespa o Peugeot?  

Giulia Parmigiani / Netflix

svg

What do you think?

Show comments / Leave a comment

Leave a reply

Loading
svg